martes, 5 de agosto de 2014

La Importancia de los destornilladores dinamométricos en el taller de mecanizado

Quiero llamar la atención sobre un aspecto al que no solemos dar mucha importancia en el mundo del mecanizado, un elemento que consideramos complementario: la fuerza de apriete de los tornillos.

La situación:

Cada vez con más frecuencia podemos observar que los fabricantes de herramienta de corte que tienen en su programa placas intercambiables, como es el caso de nuestra representada KYOCERA, nos indican en sus catálogos el par de apriete recomendado para un correcto rendimiento de estas herramientas.
No debemos olvidar que estamos hablando de componentes muy precisos con unas tolerancias muy estrechas en su fabricación, precisamente para garantizar un posicionamiento fiable de los elementos a sustituir.

Si nos fijamos en cualquier catálogo de plaquitas de corte, la sección de los repuestos es un mundo al que no solemos prestar demasiada atención, salvo cuando se nos rompe un sistema de sujeción. Es entonces cuando nos damos cuenta de su importancia; cuando comprobamos que tenemos el mismo problema tanto si no disponemos de la plaquita para continuar mecanizando, como si nos falta el tornillo, la palanca, la brida o cualquier otro elemento que la sujeta.


¿Cómo podemos evitar este problema de una manera eficaz?

Obviamente hay incidencias que se escapan a nuestro control, pero otras las obviamos, como es el tema del que tratamos hoy: la fuerza que aplicamos para apretar los diferentes elementos de fijación de los portaherramientas que usamos.

Un par de apriete demasiado elevado puede alterar el posicionamiento de la placa, deteriorar la rosca de los tornillos, la cabeza o producir alguna fisura que puede provocar un serio percance durante un mecanizado exigente, llegando a inutilizar el portaherramientas en el caso del torneado, o del plato en el caso del fresado.

Del mismo modo un par de apriete insuficiente pude dejar la plaquita algo floja y que ésta termine de soltarse con las vibraciones que se producen durante el mecanizado, partiendo la cabeza del tornillo.

Lo más habitual que es que apretemos con más fuerza de la necesaria para garantizar que la placa no se suelta. En el caso de las placas de materiales especialmente duros, como las cerámicas, se dan muchos casos de rotura de placa durante el apriete del tornillo o palanca debido a la fragilidad de los mismos. También es muy común la sustitución de tornillos por el deterioro de las hendiduras de la cabeza debido al sobresfuerzo durante el apriete, y los inconvenientes que conlleva el intentar soltar un tornillo demasiado apretado, con la cabeza gastada, que ha estado sometido a temperaturas altas y esfuerzos importantes durante el mecanizado.

Por otro lado disponemos de multitud de tamaños y geometrías de placas para diferentes aplicaciones, cada una con su tornillo específico que necesita un par de apriete controlado.

¿Cómo podemos controlarlo?
Indudablemente no es un asunto que podamos dejar al criterio de la sensibilidad o pericia de los operarios. En máquinas-herramientas cada día más automatizadas, controladas por un software cada vez más evolucionados, el papel de los operarios en este tipo de procesos productivos se suele limitar al cambio de herramienta cuando se ha desgastado y a la verificación de las piezas que salen de máquina en un proceso automático que apenas requiere de la intervención de la mano de obra. En este cambio de herramienta es donde debemos hacer hincapié para garantizar que las placas que se sustituyen sean amarradas siempre en las mismas condiciones para que su rendimiento sea uniforme.

Nuestra experiencia

Como ya he mencionado, este es un problema que solemos obviar. Los portaherramientas que adquirimos disponen de llaves para el apriete de las placas y en muchas ocasiones suelen incluir tornillos de repuesto.
A lo largo de nuestra experiencia con mecanizadores nos hemos encontrado muchos problemas relacionados con este asunto:


  • Operarios devanándose los sesos buscando la manera de extraer un tornillo de un plato de fresado que se había gripado; necesitan seguir mecanizando y la máquina estaba parada porque un tornillo de métrica 3,5 de paso 0,6mm no se podía soltar.

  • Otro caso muy común es cuando ese mismo tornillo se ha partido muy probablemente por una fuerza de apriete inadecuada. ¿Cómo solventamos el asunto? Llamamos a nuestro suministro y pedimos con urgencia un juego de repuestos para ese porta y confiamos en que lo tenga en su almacén y nos lo pueda acercar ese mismo día.

Adoptando soluciones

Ahí es donde cobra gran importancia la figura de un buen destornillador que pueda garantizarnos de la manera más fiable posible un amarre adecuado.

Llegados a este punto queremos compartir la solución que en HERCOIN hemos encontrado a este problema, y que está teniendo una gran acogida entre nuestros clientes.
Contamos con la colaboración de un experto en sistemas de amarre dinamométricos: WIHA.
Obviamente su programa es muy extenso y abarca campos que a los mecanizadores se nos escapan, pero dispone de la solución a nuestro problema: Destornilladores dinamométricos que abarcan un rango de pares de apriete que cubren las necesidades de nuestros clientes; desde el que quiere un juego de mangos para diferentes pares de apriete con sus varillas intercambiables, hasta el cliente de alta producción que quiere garantizar un apriete correcto para alcanzar un proceso de mecanizado altamente uniforme.

Además las puntas suelen ser intercambiables, de un material apropiado para su función, con la punta magnetizada para evitar en lo posible la perdida de minúsculos tornillos camuflados en la maraña de virutas.

Elementos complementarios

Pero no creamos que es la única solución mágica. Hay otro componente, del que ya hablamos en su día, y que colabora a la hora de evitar que el calor de las operaciones de mecanizado llegue a agarrotar el tornillo, y no es otro que la pasta antiagarrotamiento. En muchas ocasiones (especialmente en platos de fresado) también se incluye una muestra dentro del estuche de cada portaherramientas que suministramos.
También para esto tenemos la colaboración de nuestro experto en lubricantes industriales, ROCOL, y su pasta Anti-Seize.

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